domingo, 15 de julio de 2018

Tu casa huele como el templo los domingos y me hace sentir extraño cuando salgo de ella como me pasa con el templo los domingos. Y tomo el bus de vuelta y me quema El Sol, y cuando oscurece en mi azotea lloro un poco por dentro y un poco por fuera, porque no siempre consigo sentirme uno más entre las personas y porque mañana no quiero ir a trabajar. Quisiera ser como tú, fácilmente complaciente, con una sonrisa te alegran el día, con una canción se te ilumina el camino. Desearía tantas cosas y todas serían para mí, deseo a veces ser común, normal, corriente; ordinario como un formulario rellenado de mala gana solo para un fin. Desearía en ocasiones estar hueco por dentro para poder ser rellenado con cualquier basura propagandística, y al menos sufrir por otras cosas que no son importantes mientras voy cambiando. Así que por favor, sálvame de mí mismo esta noche, o al menos la siguiente que lo necesite.

No hay comentarios:

Publicar un comentario