martes, 29 de agosto de 2023

Vivo en desconcierto en esta vida extraña, augusta existencia que me reta a despreciarla cada mañana y con la que me reconcilio algunas noches. Cambios de escala y tonalidad; negro, gris y blanco lechoso, la dicha y la desgracia, caras de una misma moneda, idéntica alma con diferentes trajes de carne.

Cielo, tierra e infierno comparten habitación, angustias infinitamente variables en la telaraña de las calles, todo el mundo está aterrado pero todos trabajan por un objetivo. También el pobre o el suicida, ambiciosos y conformistas, artistas, mirones e incluso el rey de España (por extraño que parezca).

Y la frustración es el estímulo definitivo, hemorroides metafísicas en la conciencia del alma, una escalera ascendente que nunca sube, deseos que no conducen a ninguna parte. La seducción es el arte de engañar a los demás engañándose a uno mismo, es mejor mentir al resto que ser estafado, fascinación por el brillo de un universo de atrezo.


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