viernes, 3 de junio de 2011

Recé y se me hizo caso, sorprendido estoy.

Hoy las canciones se me hacen más cortas. Teñiré mi pelo y colocaré el golpeador de mi guitarra en el lado contrario, negro; como la suela de los zapatos de mil caballos que trotarán sobre la estepa en la cual enterrarán mi cadáver.

Cómprame esa guitarra bella, embellecedor, esclerosis múltiple para zurdos; como yo. Jamás significó tanto y despertaste tanto mi líbido como cuando junté nuestros labios soñando, me desperté con la almohada babeada, y yo; como un gilipollas tragué techo. Esa cancioncilla tiene rollo funk; pero donde esté el duro metal que se quite lo demás, pensé cuando me abrazaste antes de emborracharnos con desconfianza de mí. Por mi parte el perdón es inconcebible. La única verdad coherente de este texto estúpido y carecente de eso a lo que llaman sentido es ésta: yo no amo a nadie, yo siento dependencia hacia algunas personas, pocas, muy pocas; y eso me hace bello.

Carácter vivo, a mí eso me gusta; pero eres tonto si piensas que la bestia duerme constantemente. Lo hace mirando de reÒjÓ.
















thanks god, por prestarme audiencia y favorecerme el resto del día

No hay comentarios:

Publicar un comentario