domingo, 7 de agosto de 2016

Bueno, me siento bien en soledad fregando los platos o barriendo el suelo. Nada que hacer salvo lo que quiero hacer, dormir es de maricas que no tienen tiempo para el arte pero que si lo tienen para imitar a un cadáver ocho horas al día. La muerte se acerca y nos horroriza el eterno vacío cuando desperdiciamos la tercera parte de la vida soñando. No hay reglas, no hay entretenimiento ni compañía, solo yo conmigo mismo y una casa vacía. Están los errores y el fracaso, la fácil excusa y algo que no estoy dispuesto a permitir que entre en mí. Arrepentimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario