miércoles, 9 de noviembre de 2011

Come on, come on, I can't stop.

Quizás se arrepintió de todo ésto, de ser tan tornadizo y opinar un día repelente rencor hacia ella y al siguiente, necesitarla como a nada. Nunca se lo comentó a nadie, a su tocayo le mantenía al corriente practicamente de todo lo que le ocurria a diario, pero no del mismo modo del cual él lo sentía, ni del que me lo contó a mí; su mejor amigo al menos en Europa:

Quedaron a solas después de tanto tiempo, después de que el amor les rompieran por dentro, de que el odio desapareciese, de que la dependencia y la nicotina amorosa se filtrasen de ellos supuestamente. Se besaron poco tiempo atrás, es cierto, Vicent sentía dependencia de nuevo, es cierto. Él tuvo otras oportunidades de saciar sus ganas a los besos de las quejas con algunas otras, pero precisamente por ser besos de Complain no podía saciarse con ninguna otra persona. Vicent, aunque ansioso, nunca fue esa clase de humanos libidinosos a los que repudiaba y repudia.

Ese bonito día de Noviembre en el que se vieron, fue para Vicent un recordatorio de quién era y qué significaba ella para él. Y aunque en esta ocasión se sentía capacitado para hacerlo, no quiso intentarlo; no quiso pretender un beso fugaz con las más dulces quejas... para no estropear esa bonita tarde que fue para él, como un viaje al pasado. Volver a los tiempos en los que él no sabía más que presionarla y ella esquivarle era la absoluta antítesis a lo que él quería de esa tarde.

Al volver a su ascensor después de la dulce despedida en su portal, Vicent no supo cómo despedirse ni cómo sentirse; si fracasado o afortunado. Creía que no estaba enamorado, sólo necesitaba besarla por el mero hecho de que ella era ella, y no existe nadie igual, supuso que eso era más bien fortuna. Sentir esa dependencia, ahora mediana, que hace tan poco se presentaba en una magnitud tan grande hacia las quejas y las discusiones era raro para él. Ya no le causaba depresiones, sólo extrañas cuestiones: si debería estampar sus labios fugazmente contra ella o no, para saber si Complain quisiera saciarse con él también, o no.

Marilyn Manson - Sweet Dreams

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