Tu cuerpo es envidiable, aun no es demasiado tarde.

Te contaré un secreto, pero un secreto de los de verdad, ¿eh?, no lo puedes contar a nadie por nada: Anoche estuve hablando contigo hasta tarde sin que realmente lo supieras, ¿y sabes qué?, recordé cuando nos dijimos sentados y entre risas que probablemente nos conocimos en otras vidas, ¿no es fantástico? Pero claro, en aquel entonces yo estaba brutalmente enamorado de ti y no podía pensar en otra cosa más que en tu boca. Voy a estar charlando contigo hasta que te duermas, y cuando lo hagas apareceré en tus sueños, ¡y seguiremos conversando hasta que despiertes!, pero desgraciadamente tú no recordarás nada a la mañana siguiente, será entonces cuando me quedaré con ganas de retomar el diálogo, una y otra y otra noche.

Estuvimos haciéndonos disfrutar mutuamente tan sólo por horas. En este mundo imbécil... ¡me encuentro tan perdido como tú!

Incubus - Drive