lunes, 20 de mayo de 2013

Nunca dejaré de amaros, y lloraré cuando necesite recordaros.

¿Se acuerdan?, claro que se acuerdan, de las caras de niños, de los cuerpos flacos, de las noches de sonrisas, de las viejas canciones comerciales y de los aparentes juegos inocentes. Entonces no había traiciones ni rencores, tan solo amor. Me acuerdo de Paula, me acuerdo de Cinthia, me acuerdo de Cristian y me acuerdo de Anna y de muchos más. Joder, amo mis recuerdos comunes con ellos con todo mi puto corazón, pero eso es lo único que persiste.

Tuve la suerte y la desgracia, de pasar un duro y largo tiempo con las mejores personas que ellos mismos podían dar de sí y que pude haber encontrado entonces. Nunca dejaré de amaros, y lloraré cuando necesite recordaros. No luchen por recobrar nada, ella ya lo intentó, y todo está muerto. Si se puede extrañar a los muertos también se podrá extrañar a las personas que éramos antes.

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