sábado, 27 de febrero de 2016

Opplet

He venido aquí arrastrado por un jugoso impulso, un timbre en mi pensamiento que no para de chirriar, lo escucho desde crío y nunca me he atrevido a preguntar a los demás. Esta noche me ha hecho levantarme del sofá para escudriñarlo, es raro, te paras por un momento a pensar y caes en la cuenta de que la vida sucede como en un videojuego en primera persona: no puedes verte la cara, te mueves a través de una realidad que no puedes probar que exista, sangras y te mueres. El viento sopla allá afuera y pareciera que la casa esté tratando de respirar hacia dentro para expulsarme después, no puedo actuar con determinación, estoy demasiado influenciado por mis deseos. Banales e intensos. Me gustaría querer decir realmente todo lo que pienso sin vacilar, pero me da un poco igual.

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