lunes, 9 de abril de 2012

Llévatelo, de todas formas nunca lo tuve, llévatelo, y todo estará bien.

Como un coito perfecto entre el dolor y la tranquilidad. Lo sé, ahora lo sé, me merezco todo lo que me ocurre, soy una de las peores personas del mundo. Un buen amigo me dice siempre que nos vemos algo así cómo: "Tío, que buena persona eres.", asiento con la cabeza y le digo que él también lo es, pero se equivoca, soy despreciable. He causado mal a muchas personas; aunque ellas también a mí en ocasiones, he despreciado eventualmente a gente que ha empleado mucho tiempo en mí, he minusvalorado personas que valen realmente muchísimo, yo realmente valgo poco. Más allá de mi inseguridad por mi perpetua duda por mi miedo a mi posible escaso talento musical no soy demasiado.

Las cosas realmente no se ven bien para ninguno de nosotros. Las mismas personas de siempre me causan una debilidad terrible, las mismas cosas me hacen sentir rastrero o infinitamente inferior a el resto de la humanidad, tengo ese temor a cada decisión que escojo de no haber leído la letra pequeña. Cada acorde que uso, cada ritmo que invento, cada canción que compongo es un paso más hacia un bonito hasta luego, un día más cerca de terminar mi inevitable trabajo.

Es agradable a pesar de todo tener a unas cuantas personas que me valoran tantísimo que son capaces de sacrificar lo que su cuerpo más desearía... a veces no soy consciente de la influencia que parece que entrego. No estoy realmente tan feliz, menos triste que ayer pero más que mañana.

Red Hot Chili Peppers - Under The Bridge

No hay comentarios:

Publicar un comentario