Ella es ese destello en mis ojos cuando miro mi reflejo en el espejo. Desde la primera vez que decidiste bajar a cuidar de mí creo haberlo sentido, todas esas noches llorando y desgarrando mi interior he notado tus cálidos abrazos. Es algo que me hace sonreír, que simplemente camines a mi lado cuando volvía con Paula a su casa pisando el arcén, y tú permaneciste conmigo hasta que entré por la puerta. ¿Cómo fue posible que llegaras a escucharme?, yo nunca te he llamado, pero desde el primer momento en el que me dijeron que regresé acompañado supe que se trataba de ti, ¿quién si no? Gracias por darme luz.
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