lunes, 23 de septiembre de 2013

Ojalá fuera como tú, tan fácil de complacer.

Podría amarte o matarte, tenerte y dejarte, pensarte y olvidarte. No, por favor, nunca me digas qué he de pensar, nunca me digas cómo he de sentirme; jamás sabrás cómo se ve a través de los ojos del lobo. No culpes a las personas por hacerte daño, culpa a tus padres por crearte y no parar a pensar que tal vez llegue el momento en el que no querrías haber nacido. Si el ser humano busca la felicidad cómo último fin por medios de sus actos quiere decir que todo lo que hacemos es puramente egoísta, pues incluso la acción mas altruista tiene como fin el bienestar individual. ¡Pero no podemos quejarnos, pues si Dios es egoísta el hombre lo es aun más! Pienso, ¿si esto no es más que un paseo qué importa tomar el atajo más corto? Y que le jodan a Jesucristo, ¿cuándo coño le pedí que se sacrificase por mi alma?, por mí que me metan de cabeza en el infierno.

1 comentario: