martes, 26 de abril de 2016

Estoy preocupado, mañana podría ser el fin, seguramente hay más posibilidades de que muera atropellado que de ganar la lotería, y ambas situaciones son una rifa. Me parece exageradamente singular la manera en la que el mundo gira y de un día al siguiente todo está patas arriba, aunque por defecto las semanas transcurran como una lenta sucesión de diapositivas la vida sigue sorprendiéndome. Me miro en el espejo y me pregunto quien es ese extraño que me mira fijamente, en qué se convirtió, cuando era un niño con los dientes resplandecientes y rectos en ángulos perfectos; ahora mi dentadura vuelve a torcerse, el tiempo es cíclico, ya lo creo.

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