miércoles, 31 de enero de 2018

I say, here stand I. I can't do otherwise. But is it enough?

Déjame confundirme, déjame escribir otra canción triste. No me rompas el corazón, no soy una ficha de dominó. El tiempo pasa, rápido o lento en función de las tribulaciones. Sólo tengo ganas de refugiarme en la oscuridad, no voy a dejarme arrastrar del todo, simplemente me dejo llevar algunas noches. Y la pena se hace tan notoria que se alarga como una gomilla, que se suena como una sinfonía, que apesta como una colilla mojada. Es esa canción que te hace un poco de daño y te reconforta a la vez y permanece sonando perpetuamente sin que puedas evitar pulsar play una vez tras otra, de la misma manera no tengo la culpa de mi tristeza, sólo soy responsable de mi felicidad.

La iluminación y la demencia están separadas por un cordón de seda rojo que todo el mundo quiere cruzar, de un lado a otro como locos, nunca satisfecho, nunca lo suficientemente cerca del ideal.

La iluminación y la demencia están separadas por un cordón de seda rojo y nunca se sabe qué lado pertenece a cuál.

La iluminación y la demencia están separadas por un cordón de seda rojo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario