domingo, 9 de junio de 2013

El indomable Will Hunting.

Cada vez que me coloco me siento tan asquerosamente seguro de que no puedo seguir viviendo, alcanzo verdades tan aterradoras o tal vez mentiras que parecen ciertas. Como el crío que juega utilizando su propia mente, se pilla los dedos con las bisagras de la puerta y llora, pero no pasa nada porque dentro de un rato estará riendo de nuevo. ¿Los sentimientos existen si tan sólo lo hacen dentro de nuestras cabezas?, ¿por qué entonces decimos que las historias de ficción son irreales si también se desarrollan dentro de los cerebros?

Te evito en la realidad y te busco en los recuerdos, por todas esas personas por las que me contengo de llorar cada día.

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