domingo, 16 de junio de 2013

Vandalism: beautiful as a rock in a cop's face.

Traté de recordar para olvidar, pero no resultó de ayuda, y ya ni siquiera me acuerdo de por qué lo hice. Es cómico, me paso la vida decidiendo qué hacer con ella y al final me quedo tumbado en el sofá, como siempre. No sé por qué me pareció tan sorprendente, es como no esperar la tormenta estando en el ojo del huracán.

Recuerdo la noche de los mil días, pero tú no sabes nada. Todas mis antiguos amigos, que se marcharon mirando atrás y retrocediendo para volver a marcharse frecuentemente, hacen que mis madrugadas de viernes de vuelta a casa sean totalmente depresivas, y que me pare a admirar y a imaginarnos sentados en los lugares en los que jugábamos a las cartas. Lo siento, tal vez no pensaría tanto en ellos si no me hubieran hecho vivir los mejores momentos y hubieran contrarrestado mi depresión. Pero sobrevivo a base de pequeñas ilusiones como la de un mechero nuevo.


Somos el instinto, el miedo, la pasión, la carencia, la futura vitalidad, el nihilismo atado de manos y piernas, los testículos que mandan sobre la voluntad.

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