sábado, 20 de julio de 2013

Vacío.

Nada importa, ni siquiera la satisfacción que me producen nuevas drogas si te vas de esta manera tan dura. Lloro a todas horas, porque cuando tú dueles en mi corazón el resto de los problemas triplican su peso, y a la vez las cosas buenas pierden importancia. ¿Cómo he podido llegar a esto?, el fuego que nos calentaba durante los primeros días se extendió y hoy está quemando todo mi cuerpo. Quiero morir, y es mi único deseo que progresivamente se va cumpliendo un poco más, y es satisfactorio, como el amor que llega inesperadamente. Y lo siento, no puedo seguir avanzando por este camino de rocas, estoy sangrando por la planta de los pies y ya no me quedan fuerzas para intentarlo una vez más ilusionado porque todo salga bien. Llorar cagando, llorar en la ducha, llorar tirado en el suelo, llorar abrazados.

1 comentario:

  1. Siempre nos quedan cosas, cosas perdidas, deja de doler cuando empezamos a saber que lo perdido es algo que hemos encontrado. Siempre nos quedaron cosas predicadas por cumplir, ¿dónde metemos tanto papel escrito, tantas palabras asegurándonos un futuro que nunca importó?. Cumplimos recuerdos, rememoramos nuestras vidas ajenas, experimentar y amar contigo se convierte en una virtud mutua y es por eso mi real nos quiero. ¿Cómo es posible conservar tantos sentimientos desde hace tantos años y tener conciencia de expresarlo con una mente ajena que parece la tuya propia?
    "Me gusta tanto hablar contigo porque a veces siento que también es conmigo. Poder hablar conmigo misma es lo que consigo cuando mi voz es escuchada por tus oídos. Lo pensado pero nunca dicho." Cuántas cosas he vuelto a sentir por el hecho de expresártelo a ti. Hoy hemos traído nuestra infancia, cuando siempre la suplanta ésta alocada adolescencia, y me encanta, porque siempre pasa y siempre nos queda algo por pasar, me encanta asegurarnos un billete de ida a cualquier lado, el sentir estaciones, épocas y sentimientos olvidados. Recordar a todos y por todos, que la pastilla del desánimo por el pasado sea el convencimiento propio de creer que todos sienten la misma nostalgia que sentimos nosotros. Y ya no siento miedo de tu azotea, ni de todo el campo que nos rodea, que marca la primera letra del sabor amargo. Ya no tengo ningún miedo por nosotros, porque sé que todos los planes sin fin, se acabarán cumpliendo, como siempre ha sido y sé que será. Ayúdame a afirmarnos que no nos pudriremos sin abrazarnos, que más que cumplir cosas, nos cumpliremos nosotros, decir te quiero es el punto detrás de nuestro 13.

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