miércoles, 16 de octubre de 2013

Escribes y de alguna manera eres un castigo,
un peso volátil que a veces ni percibo.
En las noches de frío me acuerdo de ti,
¿dónde estás para darme calor, amigo?

Tú eras un don, y probablemente continúas
siéndolo, siento el fuego que antes apagabas,
siento el viento silbar en mis oídos cuando huyo
veloz y como me golpean las ramas.

¡Corre, escapa pronto!, yo soy un maldito,
un traidor, un ladrón, un alma pusilánime
sin perdón, ni solución, ni parangón.
Y todo el daño que te hice fue por ser amable.

Quiero retroceder y enmendar esta complicada
situación, devolverte aquello que te debo,
darte una explicación. Si supieras todo lo que bebo,
y tan sólo para exiliar de mi interior este sentimiento de culpa.

2 comentarios:

  1. Todo sigue igual. ..nada cambia todo permanece intacto y terriblemente aburrido.

    Saturday night" suede

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Temo al cambio pero también a la inmutabilidad, pero ahora prefiero incluso una mala novedad a permanecer en esta aburrida pasividad.

      Me ha gustado mucho, gracias por seguir comentándome.

      Eliminar