domingo, 22 de mayo de 2011

Drogodependencia.

Cansado, un millón de suspiros, pero no pasa nada; hablar contigo es lo único que me levanta la moral a estas alturas. Tengo calor porque el Verano está cerca, tengo espinillas en el pecho debido al calor y el sudor que me atosigan a diario, no logro tocar nada a medias porque el sudor de mis manos hace que me escuezan mis heridas por el roce con las cuerdas. Mi dosis eléctrica, la necesito. Dejé de intoxicarme y drogarme con pintura, y la dependencia que tengo hacia ésta me corroe cada día.


Pues ahora me enfado y no respiro:

Tiroteo diario, estábamos en una guerra de secesión. Has firmado la paz sin mi consentimiento, ¿no crees que es muy desconsiderado por tu parte? No quiero que su tiránica dictadura a la que llaman gobierno me imponga pena de cárcel de nuevo, así que dejémoslo estar, ¿deacuerdo? Sé que ahora me odias; pero mantente dentro de la tranquilidad, te sigo queriendo dentro del más espantoso odio, recuerda que eso es posible porque el antagonismo del amor no es el odio, si no el desprecio, y de eso siento poco hacia ti últimamente.

 

A ti también te odio, me coartas y la obligas a privarse de mí, y por lo tanto a mí de ella también. Si quieres decirme algo hazlo, que no sea yo el que tenga que sacarte con unas pinzas las palabras de la boca; porque si es necesario lo haré, te lo juro. I CAN FEEL YOUR FEELINGS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario