sábado, 28 de mayo de 2011

¿Y ahora qué?

Si el odio fuese fuego, estallaría en llamas. Si los celos fueran velocidad, sería rapidísimo, pero no tanto como tú; that's sure. Si la evidencia es tan clara entonces léeme, deberás saber el odio que te guardo a veces cuando no lo mereces, cuando no eres para nada un rival, cuando no eres un enemigo. Lo comprendo, comprendo que el odio que te guardo es inventado y sin sentido. No te quiero hasta el extremo del universo; pero al menos puedo decir que sí en una cantidad suficiente como para que no se pueda pesar en una váscula para camiones. El entendimiento es tan claro... te juro que nunca más habrá ninguna intención más de odiarte por mi parte y si la hay a la papelera que va.

Ahora lo comprendo, ésto no va de batallas, no es una guerra. No hay vencedor ni perdedor. Yo, te juro que apartir de ahora no te querré menos de lo que realmente te mereces, te juro que apartir de ahora no te odiaré más de lo que te has ganado.

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