jueves, 11 de junio de 2015

Tantas cosas por hacer y yo con la cabeza metida en el culo.

Si como dices, nadie prestará atención a mis tormentos más que yo mismo en los peores momentos, ¿qué sentido tiene adornar la intención de nuestros actos con palabras de dulce aprecio? Esta noche he aprendido una lección, que sin importar quién seas siempre se esperará de ti que actúes como el resto y que desafiar los convencionalismos te hará un paria y un buen amigo gay. Escupo verdades sobre un folio o los píxeles de un monitor desfasado, a veces con intención de conectar todos estos pequeños textos para crear algo grande y la mayoría para contarle al vacío por qué no soporto la vida. Si les soy sincero hace ya algún tiempo que decliné la posibilidad de encontrar un buen amor y vivir una película de ciencia ficción en la realidad, no espero nada de nadie, así me abstengo de ilusiones y desilusiones. Tal vez suene frío, pero el día a día me convirtió en esto, me hizo aguantar altas temperaturas para después sumergirme en una bañera de agua helada, así me forjaron las expectativas ilusorias y las personas que frecuentaba. Esta noche es otra noche triste sin nada que celebrar, ni siquiera el fracaso en el que solía refugiarme.

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